El alma de nuestra chirigota guarda en su interior una inmensa alegría, que va creciendo con cada ensayo, con cada actuación. Y es que, a fin de cuentas, lo único que se conserva para siempre es la felicidad que se entrega a los demás.
domingo, 22 de febrero de 2009
Recorte de prensa
Pues nada que decir... sólo que salimos muy favorecidos :D.
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